martes, 9 de agosto de 2016

BAOBAB : TIENE SUS RAICES MIRANDO AL CIELO

BAOBAB   BAOBAB   BAOBAB   BAOBAB      Sobre este majestuso y legendario árbol africano se han narrado montones de bellas leyendas, que de un lado a otro de su hábitat (Africa Subsahariana) y
desde tiempos ancestrales los mitos y leyendas han viajado de boca en boca y han situado al Sagrado BAOBAB en un lugar en el panteón de las divinidades arbóreas . Si los ves o los
 acaricias, sientes el poder mágico que te transmite su humilde sabiduría ancestral y su telúrica bondad, y te traslada la serena tranquilidad de descubrir que somos una gran familia, los seres vivos.  Ya lo dicen
       ciertas leyendas que los primeros ancestros humanos nacieron de estas majestuosas BAOBABs. Es el Árbol de la Vida y también del Más Allá. Algunos pueblos creen que atrae a los espíritus y por ello lo consideran la
"Casa de los Espíritus". Otros afirman que no te puedes quedar dormido debajo de un Baobab porque los dioses te llevaran con ellos a los Cielos, por ello es muy respetado por su conexión entre la vida y la muerte. En Senegal los "Griots"
(guardianes de la memoria de los pueblos) son enterrados al pie de un BAOBAB. Atraen a las criaturas nocturnas como los murciélagos y en algunos en su interior que es hueco he visto colonias con cientos de estos mamíferos, atrae también a los GálagoS (pequeños primates de hábitos nocturnos), estos cumplen la función
de polinizarlos. Recolectan sus semillas ricas en proteínas y grasas, para molerlas y cocinarlas. Las hojas frescas las consumen en ensaladas. Los brotes tiernos de los ejemplares jóvenes se cosumen como los espárragos. En sus troncos se instalan panales de abejas de la que recolectan su miel. Sus frutos secados se utilizan
para hacer utensilios como cuencos o sonajeros para los niños. Conocido en África como "el Arbol Mágico", "el Arbol Medicina", "el Arbol Farmacia", "el Arbol de la Vida" o por "el Arbol plantado al revés".   Cuenta una
Leyenda que el BAOBAB era uno de los árboles más bellos del continente, admirado por sus hermosas folres y por su follaje. Era tan vanidoso, era tan creido que los dioses le castigaron enterrando sus ramas y dejando a la vista sus raíces.