ACEBO : SIMBOLO DE BUENA SUERTE Y FORTUNA

 ACEBO   TINNE   ACEBO  TINNE    ACEBO    (Ilex aquifolium / Fam: Aquifoliaceae)

  En los países alpinos se lo denomina árbol de los sátiros, ya que aleja a los demonios de la noche, a los sátiros y a otros espíritus o duendes maliciosos. Por este motivo también se suele plantar en los cementerios. En algunas zonas se

empleaban sus ramas para limpiar las chimeneas y hogares. Antiguamente la chimenea era considerada la puerta de entrada o salida para los espíritus y antepasados. Al fin de mantener limpia esta puerta, y alejar los malos espíritus que se pegaban al hollín, era necesario disponer de una escoba con 

poderes mágicos. Durante las saturnalias, 

los romanos se regalaban entre sí cirios y ramas de acebo. Los antepasados celtas, también adornaban sus casa con hiedra, muérdago y acebo durante el solsticio invernal. Para los celtas era un árbol sagrado que utilizaban en el Solsticio de Invierno (22 de Diciembre) para atraer suerte y prosperidad. 

Nuestros ancestros celtas lo consideraban guardián de la sabiduría durante la época oscura 

del año. (Florece en invierno). En el calendario de los celtas, el rey del acebo rige la mitad descendente del año y el rey de los robles la mitad ascendente. En el alfabeto celta de los árboles, el acebo representa la letra " T " (Tinne), que originalmente significaba árbol sagrado. Abarca desde el 8 de Julio hasta el 4 de

  

Agosto del calendario gregoriano. Era sagrado para los Celtas; se consideraba mala suerte cortar o quemar Acebo, pero se piensa que es afortunado colgar una pequeña rama fuera de la casa. Protección contra los rayos y asegura la buena  

fortuna. Los druidas creían en su fuerte protección contra los malos espíritus. Según cuentan, cuando se coloca una ramita de acebo bajo la almohada, se dice que los sueños se hacen realidad. Se cree que los druidas construían sus varitas con ramas del árbol acebo que luego serían empleadas en los juicios druídicos como mudo testimonio de la presencia de la verdad.

TEJO : ARBOL SIMBOLO DE LA ETERNA JUVENTUD

TEJO  TEJO  TEJO  TEJO  TEJO  TEJO  TEJO   (TAXUS   BACCATA / Fam.Taxaceae )

En las distintas tradiciones su extraordinaria longevidad, le confiere un halo casi divino.  No es solo una cuestión de vejez sino de la eterna juventud que el tejo representa simbólica y físicamente, con su hoja perenne y su capacidad de rebrote en las condiciones más

adversas. En una leyenda irlandesa, para casarse con una doncella, era condición indispensable que el pretendiente trajera, una rama de acebo, flores de caléndula y bayas del tejo. Además de su longevidad real y legendaria, otros aspectos del tejo propician su imagen de ser casi inmortal, como su facultad de rebrotar después

                 de rayos, podas o caídas. Su vitalidad es tan impresionante que aún caído, en posición horizontal, conserva las raíces que le permiten no solo sobrevivir, sino rehacerse, convirtiendo sus ramas laterales en ejes verticales. El tejo se eleva en el principio y el fin de los tiempos,

                   y se encuentra presente tanto en los centros sagrados como en sus santuarios naturales. Casi todas las partes del árbol son ricas en alcaloides tóxicos, cuya ingestión puede provocar la muerte. La baya es la única parte del árbol que no es venenosa y está libre de taxina, aunque la semilla  si es tóxica. Ya en la Antigüedad, el tejo era una especie muy apreciada,

particularmente por su madera de gran calidad, y estudiada tanto por sus propiedades curativas como venenosas. Fueron los griegos quienes dieron al tejo el nombre de Taxus en función de dos aspectos de este árbol: taxon = arco y toxikon = veneno. Por un lado, su madera, resistente y flexible, se utilizaba para la fabricación de arcos y, por otro, su naturaleza venenosa. Se le llamaba árbol de la muerte,

siendo mencionado con frecuencia en la literatura griega y latina. En el mundo celta, de forma especial, se veneraba a los árboles que habían visto y vivido mucho, se tomaban como sabios testigos del mundo. Arbol sagrado para el pueblo celta, cuyos druidas hacían bastones mágicos

                            con sus ramas y con palillos de su madera adivinaban el futuro. Las personas se reunían en torno a los árboles sagrados y podían estar en contacto con la atmósfera espiritual que rodeaba a estos árboles. Este árbol tenía un significado místico y sagrado en cultos paganos precristianos y se suelen encontrar tejos en la actualidad junto a iglesias cristianas.

S E R B A L : RELACIONADO CON LOS ORACULOS

SERBAL   SERBAL   SERBAL   SERBAL   (Sorbus aucuparia / Fam: Rosáceas) 

    "La Delicadeza" (Del 1 de Abril al 10 de Abril y del 4 de Octubre al 13 de Octubre). Los Druidas enseñaban en la Escuela de la Naturaleza, en parajes de bosques al aire libre. Sus libros eran las hojas de los árboles y cada una tenía un significado, las iban juntando y leían, instruían. Su 

 comunión con los árboles era muy estrecha. Hoy en día llamamos todavía hojas a las páginas de los libros. Los druidas utilizaron su  corteza y las bayas para teñir las prendas usadas durante las ceremonias lunares. Las ramitas de Rowan se usaron para la adivinación, particularmente para metales. La mitología griega cuenta cómo Hebe, la diosa de la juventud, dispensó ambrosía rejuvenecedora a los dioses desde

su cáliz mágico. Cuando, por descuido, ella perdió esta copa ante los demonios, los dioses enviaron un águila para recuperar la copa. Las plumas y las gotas de sangre que el águila derramó en la lucha subsiguiente con los demonios cayeron a tierra, donde cada uno de ellos se convirtió en un árbol de serbal. De ahí que

el serbal derivó la forma de sus hojas de las plumas del águila y la apariencia de sus bayas de las gotas de sangre. El rowan  en la mitología nórdica es el árbol del cual se hizo la primera mujer, (el primer hombre se hizo del fresno). Cuentan que había salvado la vida del dios Thor al inclinarse sobre un río que fluía rápidamente en el inframundo en el que Thor estaba siendo arrastrado, y ayudarlo a regresar a la orilla. Rowan era además la madera prescrita en la que se inscribían las runas            para hacer pentagramas.  En el folklore de las islas británicas, el serbal  era un árbol que proteguía contra la brujería y el encantamiento. Se consideraba que el color rojo era la mejor protección contra el encantamiento, por lo que la vibrante exhibición de sus bayas en otoño

aumentaban sus capacidades protectoras.  Las personas llevaban pedazos del árbol para su protección personal contra la brujería, y utilizaban ramitas o trozos de serbal para proteger especialmente a las vacas y sus productos lácteos del encantamiento. En Escandinavia, los árboles de serbal que crecen en una hendidura inaccesible en una roca, o en las grietas de los troncos o ramas de otros árboles, poseían 

una magia más poderosa y  eran conocidos por el nombre de serbal volador. Este árbol tiene una amplia gama de nombres populares, el más conocido es el fresno de montaña. Su antiguo nombre en gaélico de la antigua escritura de Ogham era Luis. La madera del rowan es fuerte y resistente, lo que hace excelentes bastones para

caminar, y es adecuada para tallar. Las bayas se pueden preparar o agregar a una variedad de bebidas alcohólicas, y cada uno de los diferentes pueblos celtas tenía distintas elaboraciones. El popular vino que se hace en las Tierras Altas, los escoceses hicieron un fuerte Licor de las bayas, los galeses hicieron una cerveza, los irlandeses los usaron para darle sabor a aguamiel e incluso hacen una sidra. 

EL OLIVO : SIMBOLIZA LA ARMONIA Y LA FELICIDAD

OLIVO   OLIVO    OLIVO    OLIVO   OLIVO    ( Olea europaea/Fam.: Oleaceae )

"Sabiduría" (Equinoccio de Otoño- 23 de Septiembre). Desde el principio de los tiempos los pueblos celtas mantuvieron una relación vital con los árboles. Para los antiguos druidas, el árbol articulaba toda la idea del Cosmos al vivir en una continua

 

regeneración. En los árboles contemplaban el simbolismo de la verticalidad, de la vida completa evolución, en ascensión hacia el firmamento. Los antiguos egipcios atribuían a la Diosa Isis, el mérito de enseñar a cultivar y utilizar este sagrado árbol. En Egipto se empleaba el aceite

 

para iluminar templos, o se utilizaba perfumado en baños, además se fabricaban coronas con ramas de olivo que se colocaban a las momias. Los datos más antiguos sobre la procedencia del olivo, lo sitúan en la región  Mesopotámica, (los actuales Irán y Siria) hace cuatro mil años 

y desde esta área comenzó su expansión hasta Europa a través de fenicios y griegos. Asociado a la fundación de Grecia, el olivo ha tenido a lo largo de la historia una estrecha vinculación con el mundo sagrado. Árboles que han estado en pie durante siglos y que es uno de los símbolos de la cultura mediterránea.

 

 Con el imperio romano la difusión de su cultivo tuvo lugar en las costas de su imperio y los árabes extendieron su cultivo por Levante y Andalucía. Tradicionalmente el olivo ha sido considerado como un árbol sagrado, mitológico y mágico. Lo han venerado pueblos como el egipcio, judío, griego, fenicio, romano y árabe, entre otros. Se ha señalado a Grecia como el lugar donde se desarrollo su cultivo, 

precisamente en las colinas de Ática. Sin embargo, esta hipótesis se fundamenta en el mito sobre la fundación de Atenas. Se han constatado la existencia de cultivos en  Palestina, Siria, Líbano, Israel, Egipto y Asia Menor, antes de su ingreso a Europa. En estas civilizaciones, el

olivo se consideraba también árbol de la fertilidad, por lo que las mujeres dormían sobre sus hojas y bajo su sombra cuando querían engendrar. En los juegos olímpicos de la antigua Grecia los atletas se embadurnaban con el aceite y una corona de olivos era la condecoración recibida por quienes alcanzaban la victoria.

Los egipcios importaban el aceite de Creta y lo utilizaban en la elaboración de cosméticos. También se conocen desde la antigüedad sus efectos benéficos en la salud humana. Hipócrates, el padre de la medicina moderna, recomendaba el aceite de oliva para tratar enfermedades. También en la Biblia y en el Corán se encuentran pasajes 

sobre esta planta a la que incluso se le ha conferido un carácter sagrado. En el Génesis, una paloma que ha sido liberada por Noé, regresa al arca portando una pequeña rama de olivo e informando así sobre el final del diluvio. De madera de olivo se hacían en la antigüedad los cetros de los reyes, y era con su aceite con el que se ungía a los reyes y sacerdotes.