DIANA : DIOSA PROTECTORA DE LA NATURALEZA

DIANA   DIANA   DIANA   DIANA   DIANA  Diosa perteneciente a la Mitología Romana. Era la Diosa protectora de la naturaleza (preferentemente de los animales y de la tierras salvajes, inexploradas), también fue una diosa de la caza. Con el tiempo asumiría el rol de

Diosa de la Luna y de la castidad. Hermana melliza del Dios Apolo, era Hija del Júpiter y Latona. Cuentan que fue tan grande el dolor que sintió Latona en su parto, que la diosa Diana tomaría la firme decisión

 (al igual que lo haría su hermana Minerva) de guardar para siempre su virginidad. Ambas hermanas, ambas diosas por esta razón recibieron el nombre de 

"vírgenes blancas" en el oráculo de Apolo. Sus principales atributos eran su belleza, su agilidad y los grandes dotes para la cacería. El culto romano a Diana, aunque en la mayoría de las representaciones se la muestra en solitario, incluía dos acompañantes la ninfa Egeria y Virbio el Señor de los Bosques. 

ARTEMISA : DIOSA DE LOS BOSQUES Y ANIMALES

ARTEMISA   A R T E M I S A   ARTEMISA     Artemisa es una de las divinidades más antiguas del panteón griego, y, precisamente por esto, es al mismo tiempo una de las más veneradas en todo el Mediterráneo. Artemisa "Señora de los Animales" fue la

diosa griega de la caza, los animales salvajes, el terreno virgen, los nacimientos, la virginidad y las doncellas, que traía y aliviaba las enfermedades de las mujeres. A menudo se la representaba como una cazadora llevando un arco y

flechas. Hija de Zeus y Leto, hermana mestiza de Apolo. La mitología la presenta como una diosa joven y virgen que ha renunciado al matrimonio con dioses o mortales y protege a los jóvenes que han elegido este estado. Acabaría siendo identificada con

Selene diosa griega de la Luna (por esa razón en ocasiones aparece representada con una luna creciente sobre la cabeza). Artemisa es una diosa con dos facetas fundamentales. Por un lado, una diosa femenina que no tolera el contacto con los hombres,

por lo que en muchos lugares su culto está restringido a las mujeres, estando severamente castigada la presencia de hombres durante el desarrollo de los mismos. Por otro lado, Artemisa es una diosa salvaje y agreste, divinidad protectora de la caza, las bestias y los espacios no alterados por los seres humanos. Por este motivo, en muchas

ocasiones su culto se realiza en un marco exterior al de las ciudades. Sus representaciones más características responden a esta doble naturaleza. Los griegos se figuraban a Artemisa como una doncella virgen vestida con ropas cómodas para deambular por los campos, armada de un arco y flechas y acompañada por diversos animales.