CHULLACHAQUI CHULLACHAQUI Considerado guardián de la Selva. Este diablillo también es conocido como Shapishico. Su nombre proviene de los vocablos quechua (Chulla) "al revés" y (Chaqui) "pie", que viene a significar "los pies diferentes". El Chullachaqui adopta
la figura de una persona amiga, familiar o conocida del pueblo, para así poder engañar a la que va a ser su víctima conduciéndole por caminos equivocados, adentrándole cada vez más y más en la selva, dejándoles
allí perdidos y extravíados. A veces se presenta muy amistoso con aquellos que se portan correctamente con el entorno haciéndoles regalos de la selva y otras veces se mostrará agresivo si se siente perturbada su tranquilidad o es agredido su hábitat, el lugar donde el vive, las Selvas Amazónicas, en la que todo para el es sagrado y esta en perfecta armonía. La única forma de descubrir su verdadera identidad es mirar a sus pies, ya que uno de ellos esta deformado. Otro registro de la existencia de este duende son las extrañas experiencias que han tenido algunas personas que afirman escuchar fuertes golpes producidos sobre los árboles. No son continuos sino que tienen sus cadencias y las gentes afirman que
la figura de una persona amiga, familiar o conocida del pueblo, para así poder engañar a la que va a ser su víctima conduciéndole por caminos equivocados, adentrándole cada vez más y más en la selva, dejándoles
son producidos por Chullachaqui al sentirse molesto por determinadas presencias. Otros afirman haber escuchado silbidos de supuestos pájaros que nunca llegan a ver y sin embargo esos silbidos les
silbidos les persiguen hasta abandonar el bosque. Dicen algunos sentir melodías de flauta que desaparecen al acercarte y vuelven a sonar cuando te alejas. También afirman sentir como si viene una desbandada de animales, que salen huyendo y nunca
los ven, sollozos de niños, gritos y aullidos, árboles que caen. De los que afirman a verlo visto confirman su pequeño tamaño rondando el metro de estatura que lleva un sombrero grande paja que esconde su sombrío rostro arrugado, con nariz prominente, sus ojos rojos y sus orejas puntiagudas. Y así cientas y cientas de anécdotas que nos lleva a las leyendas y mitos de sobre la existencia de este ente en las Selvas de Amazonía.
silbidos les persiguen hasta abandonar el bosque. Dicen algunos sentir melodías de flauta que desaparecen al acercarte y vuelven a sonar cuando te alejas. También afirman sentir como si viene una desbandada de animales, que salen huyendo y nunca
los ven, sollozos de niños, gritos y aullidos, árboles que caen. De los que afirman a verlo visto confirman su pequeño tamaño rondando el metro de estatura que lleva un sombrero grande paja que esconde su sombrío rostro arrugado, con nariz prominente, sus ojos rojos y sus orejas puntiagudas. Y así cientas y cientas de anécdotas que nos lleva a las leyendas y mitos de sobre la existencia de este ente en las Selvas de Amazonía.
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