MONTE TAISHAN (泰山) : LA PRIMERA BAJO EL CIELO

TAISHAN  泰山  TAISHAN 泰山

El monte Tai es una de las cinco montañas sagradas del taoísmo en China. En la antigüedad, recibía el nombre de Dàishān (岱山), hasta que se cambió por el de Taishan. Desde tiempos remotos, los chinos han rendido culto a esta montaña, incluso existe el dicho: si Taishan está en paz, todo el mundo está en paz. Todos los emperadores chinos deseaban acudir

 

en persona para realizar la ceremonia Feng Shan y rendir culto a los antepasados. Por un lado, comunicaban al pueblo que eran hijos del cielo y enviados por los dioses para gobernar el país. Por otro, era un símbolo de estabilidad social, prosperidad y unidad. Taishan se convirtió en emblema

del pensamiento chino: el hombre y el universo son uno. Las ceremonias Feng Shan (ceremonia donde se rendía culto al cielo y a la tierra. Feng, el emperador subía a la cumbre de Taishan, mandaba construir un altar de tierra para rendir culto al cielo; Shan, el emperador mandaba levantar una colina en las faldas de Taishan para rendir

culto a la tierra) y los ritos de culto a los antepasados se realizaban en la cumbre conocida como "el Emperador de Jade"y en el Templo Dai, situado a los pies de la montaña. Tai no es la montaña más alta, ni la más grande, ni la más bella de China; sin embargo, ocupa un lugar prominente en la historia  como la más importante

de las Cinco Grandes Montañas Sagradas de China. El primero de los eruditos que subió a esta Montaña fue Confucio. Esta montaña ha sido venerada durante miles de años por gobernantes y sabios chinos. El Monte Tai es una de las cinco

   montañas sagradas que forman sobre el mapa una cruz en cuyo centro está el monte Songshan, donde se encuentra el Templo Shaolin. Taishan es conocida por la primera bajo el cielo. El monte Tai fue un importante centro religioso del budismo y el taoísmo. En la antigüedad los chinos rendían culto a dicha montaña, entre

            otras razones porque creían que mientras se mantuviera estable, los cuatro mares que rodean a China no serían una amenaza. Durante casi 2.000 años, los sucesivos emperadores que ascendían a esta montaña para realizar ofrendas y celebrar rituales fueron levantando numerosos templos, palacios, estatuas e inscripciones. Taishan es un símbolo de

las antiguas civilizaciones y creencias chinas, así como un ejemplo de integración del arte y la naturaleza, por lo que ha sido fuente de inspiración para artistas y poetas. Todavía hoy los peregrinos suben los 6.000 escalones de la montaña para pedir en la cima la bendición de los dioses. Desde la llamada Cumbre de la Contemplación del Sol, se ve tanto el amanecer como el ocaso del astro rey.