ARBOL DE LA VIDA ARBOL DEL MUNDO ( м и р о в о е д р e в о )
El Árbol del Mundo fue un componente fundamental para la cosmovisión de los pueblos eslavos. El centro del mundo para los antiguos eslavos era el Árbol del mundo. Es el eje central de todo el universo, incluida la Tierra, y conecta el mundo de los seres
humanos con el mundo de los dioses y el mundo subterráneo. Arriba, detrás de las nubes la corona de éste árbol ramificado forma una isla, aquí está el Iriy (paraíso eslavo), donde no solo viven los dioses y los ancestros de las personas, sino también viven los progenitores de todos los animales. Las raíces del árbol conectan el mundo de los dioses, el mundo de las personas y el mundo de los muertos.
Para los antiguos eslavos, el Árbol del Mundo se encuentra en la isla de Buyan en Alatyr-stone, que es el centro de la Tierra. En las leyendas, los dioses de la luz viven en sus ramas, y los dioses oscuros viven en sus raíces. Su imagen fue imitada durante los ritos funerarios. En la antigüedad las personas eran enterradas en las ramas de los árboles. Más tarde, este rito se modificó y después de la cremación, las cenizas de los difuntos
quedarían en el llamado Bdynakh (pilares con chozas). Las antiguas tribus construían chozas y templos alrededor de un árbol vivo sobre todo robles, abedules o fresnos. El árbol dentro de la casa era la encarnación del Árbol del Mundo, que también podría conectar los tres mundos y ser el lugar principal para realizar rituales domésticos. Esta tradición estuvo viva
hasta principios del siglo XX. Son habituales en el folklore las disputas de la serpiente que vive en las raíces y el ave que vive en la corona. El sol y la luna se colocan a menudo en la corona de este árbol. El Árbol del Mundo fue tan venerado por los eslavos que estaba presente en muchas de sus celebraciones. En la antigüedad, había arboledas sagradas, bosques sagrados, donde estaba prohibido cortar o dañar sus árboles.
Esos árboles sagrados fueron el hogar de espíritus, criaturas y portales a otros mundos. El mundo es separado en el eje horizontal por los cuatro puntos cardinales, que representan las cuatro direcciones (norte, sur, este y oeste) y en tres reinos para el eje vertical. Estas dos divisiones tuvieron mucha importancia en la mitología, como se puede ver en las estatuas que representan a sus divinidades, particularmente las de Triglav de tres cabezas y Svantevit, con cuatro.
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