TARA TARA TARA TARA TARA TARA
Es la hermana menor de Dios Tarkh Dazhdbog, e hija del Dios celestial Perun. La diosa Tara siempre brilla con amabilidad, amor, y ternura. Su gracia se derrama sobre la naturaleza y todos los seres vivos. La hermosa Tara es la Guardiana Celestial de Arboledas Sagradas, y sus Árboles Sagrados: Robles, Cedros, Olmos, Abedules,
que las personas no pasen hambre. Los antepasados amaban y adoraban a la diosa Tara, sacrificaban regalos que no tenían sangre. Esta poderosa Diosa fue encargada de proteger el Sendero Espiritual Más Alto, a través del cual la gente camina a lo largo de sus vidas. El signo de Tara se considera el Waig, este es el signo natural solar. Hoy
Fresnos....La diosa Tara es la encarnación de la feminidad, la armonía , y la sensibilidad. Ella y su hermano mantuvieron y protegieron las tierras de la Gran Tartaria. En honor a la diosa Tara, la gente eslavo-aria también la llama estrella polar. Tara trae siempre algún regalo. La mayoría de las veces, son semillas, por lo que contribuye a las buena cosechas, para
en día te puedes encontrar lugares que nos recuerdan la existencia de la Diosa. Existe el río Tara y allí está la ciudad con el mismo nombre, que se encuentra en Rusia en la región de Omsk, y en la región de Kaluga hay un río y la ciudad de Tarusa.
Cuentan las Leyendas que las familias rusas y las familias Svyatorus estaban muriendo a causa de la sequía y el hambre. El dios Mitra los salvó al darles comida y agua, y les mostró las tierras fértiles y florecientes, donde se movieron estos dos pueblos. Las fuerzas oscuras estaban 
enojadas con Dios Mitra, porque salvó a estas gentes y lo castigaría encadenándolo a las montañas del Cáucaso con enormes cadenas, aves salvajes volaban todos los días y picoteaban la carne de Dios. En tres días, las fuerzas ya lo habían abandonado por completo y estaba casi a punto de perecer. Los agradecidos auxiliados anteriormente formaron un escuadrón con los guerreros más aguerridos y valientes para salvar al Dios, Mitrah. A la cabeza de ellos iba una sacerdotisa AsTara. La sacerdotisa condujo el séquito hacia las montañas, donde las fuerzas oscuras mantenían al cautivo y después de una dura batalla, Astara revivió a Mirtha con su amor. Por su ternura y devoción, el Dios se la llevaría en su Carro de fuego al cielo.
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